martes, 6 de octubre de 2009

Vivan los martes

Eran las cinco de la tarde cuando mi compañera 'la voleibolista' y yo salíamos de una reunión bastante malrollera. Ninguna de las dos habíamos comido (no es casualidad que las dos tengamos dos trabajos) y decidimos bajar a comer un bocadillo. Fuimos sensatas y comimos en silencio; ella estaba de muy mal humor y yo andaba preocupada por las consecuencias de sus peleas para el equipo. No fue hasta después de comer, tomando el café, cuando inicié una conversación trivial que terminó rápidamente:

- Me apetece ir a Sarajevo
- ¿Sarajevo...? ¿vamos?
- ¿En serio?
- Sí
- Vamos

Nos pusimos de acuerdo en las fechas en cuestión de segundos y decidimos asegurarnos el viaje cogiendo los billetes y reservando el hotel esa misma tarde desde el despacho para no encontrar excusas para posponerlo.

Moraleja: ¡Vivan los Balcanes!

Nota: Poli está pasando unos días algo complicados y por eso estoy poniendo especial atención en los títulos para las entradas.

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