jueves, 1 de octubre de 2009

Dolor emocional de una polipatética

Patética no es tan patética como para hablar de sus intimidades (“No es una buena idea contar aquí mis desgracias sentimentales, hasta el patetismo tiene unos límites y yo los sé guardar”). Mi patetismo sobrepasa sus límites y a ratos los míos. Y sí, a veces es bueno airear las desgracias sentimentales, sobre todo cuando tienes la seguridad del anonimato.

Así que sé que son fases, pero estoy hecha una caca. La relación más larga que he mantenido hasta la fecha se ha ido al garete, y no por falta de comprensión ni de complicidad. Seguíamos queriéndonos como el primer día (o al menos por mi parte).

El hecho de llegar a casa saturada y que siempre me tuviese algo que contar para distraerme, que me hiciese reír, o que simplemente me hiciese compañía. Que siempre me perdonase las veces en que era egoísta y la abandonaba, en las que optaba por encerrarme en la habitación; incluso los momentos en que me aburrían sus estúpidas conversaciones. Sé que no volverán todas esas tardes de siesta juntas, nuestras noches de sábado, nuestras grandes meriendas…

Dicen que las muertes repentinas son menos dolorosas, porque no ves el sufrimiento del ser amado; pero el sufrimiento también hace que lo vayas aceptando y que lo dejes ir. Aún no me puedo creer que se te haya apagado la vida, aún no me puedo creer que enmudecieras.

Mi querida tele de cuéntame, siempre te querré. Y ni la rubia LCD más despampanante de 37 pulgadas hará que te olvide, por mucha alta definición y USB que tenga.


2 comentarios:

patética dijo...

Eres una tonta al cubo pero me has hecho reír.

Sabía que hablarías de la maldita tele!!! Todavía estás tan triste? Piensa que gracias al plan de gimnasio que te has impuesto para superar esta crisis vas a terminar hecha un torete, pero no te pases..cuando has dicho que hoy irías otra vez me has preocupado un poco.

Recuerda:

Poli flacucha --> mal, fea
Poli maciza --> bien
Poli toro de Miura --> mal, miedo

poli dijo...

Si yo soy tonta al cubo tú eres más; por lo menos tú eres tonta al cuadrado.

¡Uy, que “tonta al cubo” > que “tonta al cuadrado”! Pues sí que soy tonta.

Hoy vuelvo al gimnasio en busca de endorfinas.