Cuando sopla fuerte el viento y no llevo goma siempre pienso que me raparé al cero y cuando suena el despertador después de dormir cuatro horas me prometo empezar a dormir, por lo menos, ocho.
Son esos pensamientos entrópicos recurrentes que todos tenemos: sé que no me raparé la cabeza por el viento y sé que no voy a dormir más de cuatro horas si la compañía lo merece.
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1 comentario:
A mi me pasa lo mismo... cada año, tras recibir miles de caramelazos con motivo de la cabalgata de reyes, pienso que para el próximo año les confesaré a mis hijas que los Reyes Magos no existen y que si quieren regalos, deberan contentarse con Papa Noel.
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